El fuego se propagó a partir de un sillón, un mantel o ropa que se estaba secando en un andador.
La Justicia ya tiene en su poder el informe pericial de 54 páginas de la Dirección Nacional de Bomberos sobre el incendio que se desató a las 6:00 del 7 de julio en un residencial de la ciudad de Treinta y Tres.
Los diez internos que vivían en ese lugar, con edades desde 66 hasta 95 años, fallecieron por intoxicación. Solo sobrevivió la cuidadora, de 20 años.
El informe incluye 49 fotografías y varios croquis que muestran el lugar exacto en que comenzó el incendio: una habitación donde estaba encendida la estufa a leña.
La empleada contó que escuchó un ruido. Abrió la puerta hacia el pasillo y lo vio lleno de humo. "Esto evidencia que el incendio ya llevaba cierto tiempo de desarrollo", establece la pericia.
Ella encendió una luz, lo que descarta un factor eléctrico en el origen del incendio.
Diez personas fallecieron por intoxicación tras un incendio en un residencial de Treinta y Tres
Según la pericia, "la lectura de las marcas de fuego dejadas por este siniestro tiene su punto cero en un radio no mayor a un metro de la estufa a leña".
La conclusión, aunque la cadena de acontecimientos "no se puede establecer con total certeza", es que se trató de un accidente producto de "una brasa incandescente" proveniente de la estufa a leña.
Eso hizo arder material textil, ya sea del sillón de un cuerpo, del mantel de la mesa o de la ropa que estaba secándose sobre un andador.
En su declaración, la cuidadora dijo que la estufa se utilizaba muchas veces con esa finalidad de secar ropa. También dijo que luego de pedir ayuda intentó volver a entrar varias veces a la casa pero no pudo por el humo y las altas temperaturas.
En la pericia también hay fotografías de los extintores, que no se utilizaron, y cuya carga estaba vencida desde setiembre del año 2021.
