El hecho sucedió en febrero de este año e incluyó a dos delincuentes que llegaron desde Argentina.
Dos hombres argentinos y una mujer fueron condenados por un copamiento ocurrido en febrero de este año en Maldonado; ella era la pareja del dueño de la vivienda y fue quien facilitó el robo. Además, la mujer mantenía una relación paralela con un preso argentino que fue el encargado de planificar el crimen.
El episodio sucedió en la madrugada del sábado 10 de febrero de este año. Todo fue orquestado por una persona que estaba presa en una cárcel de Argentina y que mantenía una relación con la pareja del dueño de la casa copada: la mujer fue quien aportó información detallada para llevar adelante el crimen.
A fines de la semana pasada, la Fiscalía de Maldonado logró la condena en proceso abreviado de dos argentinos como autores de un delito de copamiento en concurrencia fuera de la reiteración real con un delito de lesiones personales. Estos individuos habían caído a las pocas horas de haber cometido el delito: los dos fueron detenidos en el puerto de Colonia, cuando intentaban cruzar a Argentina con el dinero robado.
Desde entonces cumplían una medida cautelar de prisión. Ahora fueron penados con ocho años, y ocho años y dos meses de penitenciaría, respectivamente.
Además, ahora la Justicia detuvo y condenó a la pareja del hombre dueño de la casa. Fue imputada como co-autora penalmente responsable de un delito de copamiento en concurrencia fuera de la reiteración con un delito de lesiones personales.
Esta mujer era pareja del hombre dueño de la casa copada, pero también tenía una relación con un recluso alojado en una cárcel de Buenos Aires: este último habría sido el ideólogo de todo el plan.
Los dos delincuentes que llegaron a Uruguay fueron directo al dormitorio de la mujer y su pareja: maniataron al hombre, le taparon la cabeza con una funda y lo golpearon en distintas partes del cuerpo, exigiéndole que entregara el dinero. A la mujer le ataron las manos con cinta pato, pero sin lesionarla. Estuvieron cuatro horas retenidos.
De la investigación surge que la mujer fue la que dio todos los datos y colaboró con los delincuentes. Además, ella transfirió dinero para cubrir los gastos de los pasajes de los asaltantes, e incluso dejó la puerta de rejas del frente de la casa sin trancar. También les facilitó pasamontañas, guantes de goma y cinta.
La investigación comprobó que ella iba a participar de la división del botín.