Fue testigo de las épocas doradas del transporte de carga y pasajeros por tren en Uruguay.
Este miércoles 28 de febrero se cumplen 15 años del cierre de la Estación Central de Trenes. Fue testigo de los años dorados de Uruguay, alojó artistas internacionales y luego fue cedida para integrar el fallido Plan Fénix. Telemundo los invita a repasar su historia.
El último tren llegó a la Estación Central General Artigas el 28 de febrero de 2003 a las 21:00 horas y 25 minutos. Venía desde Progreso. Tras el arribo del último vagón, que presenciaron unos pocos trabajadores de AFE, se cerraron definitivamente las puertas del edificio.
El predio, de 6 hectáreas, tenía otro destino: el Plan Fénix, un proyecto de edificios que buscaba revitalizar la zona de la Aguada. La estación estaba en potestad del Banco Hipotecario y su presidente, Salomón Noachas, explicaba entonces el alcance de la propuesta.
De acuerdo con lo planificado, la estación, que sería modernizada y convertida en un centro cultural y comercial, estaría rodeada por altas torres de edificios y parques.
Glenby Sociedad Anónima fue el único interesado que cuatro años antes se había presentado al llamado para llevar adelante el proyecto. Los dos padrones aledaños a la estación le fueron vendidos en 2001 por unos 5 millones de dólares, cuando se le otorgó una concesión por 30 años de la estación central para llevar adelante el proyecto.
Llegado el momento de entregar los predios y la estación, el BHU incumplió en los plazos, el adjudicatario reclamó los terrenos. Se sucedieron entonces los juicios y el Estado quedó mandatado a cederlo el espacio, pero llegado el momento, Glenby soltó el proyecto y no se hizo cargo del predio. El Plan Fénix se hizo cenizas.
El Gobierno pensó en una alternativa. Expropió los predios para que fuesen utilizados por el colapsado puerto. Pero tampoco este camino tuvo éxito. En medio, la estación se desvencijaba, su plaza de maniobras había sido desguasada y las resquebrajadas paredes sin mantenimiento acusaban el paso del tiempo.
En paralelo, el Estado aún esperaba que Glenby se hiciera cargo del proyecto. La empresa reafirmó su negativa y presentó una demanda por unos 1.000 millones de dólares por lucro cesante. Terminado el litigio, a favor del Estado, Glenby pidió la recisión del contrato.
15 años de indefinición dejaron en el olvido a la Estación Central, declarada patrimonio histórico en 1975. El edificio fue construido por el ingeniero Luis Andreoni y abrió sus puertas el 23 de junio de 1897 para ver correr su primer tren el 15 de julio de ese año.
Fue testigo de las épocas doradas del transporte de carga y pasajeros por tren en Uruguay. Vivió la estatización de las vías férreas y hasta ofició como cede para los conciertos de Iron Maiden, Duran Duran, The Wailers y Chicks on Speed, además de los locatarios Psiglo y Niquel.
Hoy, sus mejores épocas contrastan con el profundo abandono de su estructura, pero especialmente de su legado histórico y cultural.