En Montevideo, por ejemplo, se registró una máxima de 12,5 milímetros, pero una estimación promedio de 8,7 milímetros.
Durante la noche del viernes llegaron las tan esperadas -y pronosticadas- precipitaciones. Y su cuantía estuvo dentro de los rangos que se preveían.
Ya pasadas las 20:00 horas comenzó a llover en varias partes del país, y el evento se extendió hasta la madrugada, tal como había pronosticado el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet). Un pronóstico que, en medio de la crisis del agua, era visto por todos los ojos.
Según publicó este sábado el Inumet mediante su boletín pluviométrico, los máximos registros que se constataron durante el evento de lluvias estuvieron en el litoral, en la zona de Paysandú: fue en Pueblo Porvenir donde se registraron unos 30 milímetros de precipitaciones.
A eso le siguieron otras zonas como San José, con 22,2 milímetros, o Salto, con 21,2 milímetros.
Pero si ponemos la lupa en las zonas donde más se necesita agua, entonces llevamos el análisis de los datos hasta la zona metropolitana y el río Santa Lucía. Allí, las precipitaciones estuvieron alrededor de lo que se pronosticaba: de 10 a 15 milímetros.
En Montevideo, por ejemplo, se registró una máxima de 12,5 milímetros, pero una estimación promedio de 8,7 milímetros. En Canelones, en tanto, se constató una máxima de 10,7 milímetros y un promedio de 7,1 milímetros.
Si se mira al río Santa Lucía, la principal fuente de agua dulce para la planta potabilizadora de Aguas Corrientes -que abastece a toda la zona metropolitana-, allí se registró un promedio de 5,2 milímetros de lluvias.
Estas lluvias todavía no significan una diferencia para paliar el déficit hídrico. Y es que, tal como han explicado desde el Inumet y otros colectivos científicos, ante la sequía, primero deben hidratarse las capas más subterráneas de los suelos para que luego el agua pueda discurrir hacia los cursos superficiales.
Para lo que queda de mayo, Inumet pronostica eventos de precipitaciones de 20 a 50 milímetros.