"A veces erramos en las prioridades, nos confiamos. Pienso que esto del agua debimos haberlo enfrentado mucho antes", dijo el expresidente.
El expresidente José Mujica se mostró autocrítico acerca de las inversiones en agua potable durante su gestión (2010-2015), en el marco de la actual crisis hídrica que vive especialmente la zona sur del país.
¿Es autocrítico de su gestión en cuanto a las inversiones en el área? "Sí, sí", reconoció.
"Lo tenía muy claro (Eleuterio Fernández) Huidobro y nos dormimos. (...) Siempre cuando hablamos de presupuesto tiramos una frazada para un lado y para el otro y todo el mundo la disputa, a veces erramos en las prioridades, nos confiamos. Pienso que esto del agua debimos haberlo enfrentado mucho antes", reconoció.
Consultado sobre cómo consideraba que debía actuar el gobierno para salir de la crisis, respondió: "Esperando que llueva".
"El problema es que no nos olvidemos después que pase la lluvia. Ese es el problema eterno. Acá se habla porque Montevideo tienen dificultades con el agua. Quizás el recurso más formidable que tenga para crecer desde el punto de vista de la economía (el país) es invertir durante años e instrumentar que se pueda llegar a regar cerca de un millón de hectáreas", cerró.
El problema del agua no es ajeno a la política. Actualmente, el gobierno de Luis Lacalle Pou decidió avanzar en concretar el proyecto Arazatí, que hará una nueva toma de agua, sobre el Río de la Plata, y construirá una nueva planta potabilizadora, en el departamento de San José. Sin embargo, el Frente Amplio defiende el proyecto Casupá, que fue dejado en línea de largada por el segundo gobierno de Tabaré Vázquez y que propone ensamblar una reserva de agua al norte de las dos represas existentes, en el arroyo Casupá. Más allá de una postura u otra, los expertos coinciden en que ambos proyectos son necesarios.