“Una de las principales urgencias son los homicidios", afirmó el ministro del Interior, y habló también de la necesidad de obtener recursos para mejorar la situación carcelaria.
El gobierno pretende construir un plan nacional de seguridad pública que trascienda la administración de Yamandú Orsi y se convierta en una política de Estado. Así lo afirmó este martes el ministro del Interior, Carlos Negro, durante una exposición que hizo en el Aeropuerto de Carrasco en el marco del evento “Desayuno Útil” de Somos Uruguay.
"Tenemos que abocarnos a la construcción de un plan nacional de seguridad pública que trascienda incluso este período. Tiene que ser apto para este período y proyectarlo para el que viene, sea cual sea el gobierno que nos suceda", afirmó.
A juicio de Negro, para lograr eso es necesario que la política pública se base en la “evidencia”: “Esto es rediseñar el observatorio de violencia y criminalidad, darle una nueva estructura, una ambición no solamente de transparencia y datos que sean accesible para todos. Sino que nos dé análisis”.
El secretario de Estado anunció que convocará a todos los partidos políticos para elaborar este plan.
Además, Negro propuso que la publicación de las cifras y los datos esté prevista de antemano, de manera de evitar que se presenten de manera arbitraria, según les convenga a las autoridades de turno.
“Una de las principales urgencias son los homicidios”
“Vamos a barrer las calles de delincuentes”, se decía en la década de los 90, como argumento para votar la Ley de Seguridad Ciudadana: 30 años después, el ministro Negro recordó este martes aquella frase para hacer un diagnóstico de lo que pasó en tres décadas.
“No nos ha acompañado sino el fracaso. El fracaso sistemático de las diferentes fórmulas que han sido siempre las mismas o muy parecidas”, dijo en su discurso.
Las fórmulas que hubo desde entonces fueron “fáciles y baratas”, definió Negro, y tenían como fondo la idea de que ir a la cárcel era la solución para los problemas de la seguridad, agregó.
El jerarca afirmó que existe un “corrimiento del delito” desde los hurtos a la venta de drogas y las estafas cibernéticas. En su exposición de este martes, definió una “urgencia” de su administración.
“Una de las principales urgencias son los homicidios. Han escalado a cifras que son escalofriantes. Podemos hablar de una epidemia, superando las dos cifras y los guarismos de homicidios cada 100.000 habitantes. Pasamos en pocos años de cinco-seis homicidios cada 100.000 habitantes por año a los 12 de hace un par de años o a los 11 que estamos prácticamente hoy teniendo”, afirmó.
Otra epidemia de la que habló Negro son las armas porque Uruguay es uno de los países con mayores niveles de armas de fuego distribuidas entre sus habitantes.
Uruguay enfrenta una “crisis de convivencia”, según Negro, que queda demostrada en enfrentamientos como los que ocurrieron en el partido entre Peñarol y Cerro.
La crisis carcelaria
A esta situación crítica se le suman los problemas carcelarios, que Negro definió como un “caldo de cultivo”. En los centros penitenciarios uruguayos hay 16.000 presos.
“La cárcel como única solución. La cárcel como reproductor del fenómeno de la violencia y el crimen organizado. La cárcel, ineficaz para contener el delito inclusive dentro del sistema carcelario. Hoy en las cárceles uruguayas se verifican todos los delitos que ocurren fuera”, dijo, y agregó que en las cárceles hay rapiñas, secuestros, extorsiones, hurtos, homicidios.
Uruguay está entre los diez países con mayor población carcelaria en términos relativos.
“Tenemos el gran desafío de la reforma carcelaria. No es posible ningún diseño de seguridad en Uruguay que no aborde la dramática situación de nuestras cárceles”, dijo Negro.
Sobre el cierre de la gestión anterior, el gobierno presentó un libro blanco que llevaba adelante un diagnóstico de la situación carcelaria. Negro dijo que, para poder aplicarlo, es necesario que haya una “inyección de recursos”.
Aseguró que también se convocarán a organismos internacionales para buscar financiamiento.
