"Cuarenta y cinco años después volví a contestar lo que me preguntaron acerca de los detalles, yo soy testigo y casi víctima", aseguró el expresidente consultado sobre la investigación.
En la tarde de este viernes declaró como testigo el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera en la causa que investiga el asesinato de Cecilia Fontana de Heber, la madre del ministro del Interior, Luis Alberto Heber. Durante la dictadura, cuando corría setiembre de 1978, Fontana bebió una botella con vino envenenado, dirigida a su esposo, Mario Heber, y falleció casi al instante.
"Yo pude haber sido víctima de esto; estuve a punto de tomar la botella con veneno delante de mis hijos y esas cosas que manda Dios, mi mujer me dijo: 'no tomes', y no tomé", dijo el expresidente tras salir de la sede judicial.
"Después descubrimos que la botella tenía veneno, así que yo hubiera muerto delante de mis hijos. Mi vida no fue la que se perdió pero fue la de mi prima, Cecilia Fontana, yo la quería muchísimo y hasta el día de hoy estamos con esa duda... Cómo se generó esta conspiración, este acto terrible que además podía haber sido cualquiera", aseguró Lacalle Herrera.
El expresidente, que tildó el hecho como "aberrante", expresó: "45 años después volví a contestar lo que me preguntaron acerca de los detalles, yo soy testigo y casi víctima". ¿Espera que el caso finalmente se dilucide? "Ojalá", respondió.
Asesinato de Cecilia Fontana de Heber: hubo nueva audiencia e investigación entra en etapa clave
Lacalle Herrara recordó que las tres botellas dirigidas también a Mario Heber y Carlos Julio Pereyra aparecieron en la puerta del costado de su casa de Echevarriarza, y él las repartió. "Yo cuento lo que sé y lo que hice", afirmó sobre su comparecencia de este viernes.
Estos son días claves en la causa que investiga el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, quien ya había adelantado que se "avanzó mucho" en la investigación. Sobre finales del mes pasado declaró por primera vez Fernando Heber, hermano de Luis Alberto, sobre los recuerdos de aquel momento y los vínculos de su padre con algunas personas.
Desde el principio de la investigación apareció el nombre del comisario retirado Juan Ricardo Zabala porque en el vino envenenado que consumió Fontana había una huella dactilar de él.
Una de las razones por las que esta persona no había sido procesada es porque se trata de alguien ligado a la misma dirección que llevó adelante la investigación por el crimen. Se especulaba sobre la posibilidad de que haya estado en contacto con la botella en el marco de la investigación y no en la preparación del vino.
Por último, Lacalle Herrera fue consultado por la imputación de Gustavo Penadés. El líder del sector herrerismo, se limitó a contestar: "tristeza y desilusión".
Parte final de la causa
El fiscal Perciballe dijo a la salida de la audiencia que se está en la parte de finalización de la causa. "La semana próxima se hacen audiencias de testigos y la siguiente testigos e indagados. Luego de eso la doctora Silvia Urioste lo pasará en vista fiscal y tendremos un panorama", expresó.
En ese sentido, sostuvo que la semana próxima darán testimonio distintos militares y policías retirados que pueden tener algún dato para aportar a la causa.
Consultado sobre si hay indicios que puedan acercarse a una cierta "disputa de dos internas militares" del momento para el envío de los vinos, Perciballe indicó que es "una de las hipótesis que se maneja".