Ninguno de los dos tiene antecedentes penales.
Las amenazas de bomba en varios puntos de Montevideo coparon la agenda pública esta semana, pero la serie de llamadas de uno de los responsables comenzó tiempo atrás.
El 17 de febrero de 2025 un hombre de 32 años tomó su celular y llamó al 911 para avisar que había una bomba en el sanatorio del Círculo Católico ubicado en la Avenida Millán (la ex Casa de Galicia, en el barrio de Sayago).
"Ante el llamado se activó el protocolo de seguridad reglamentado. Se dio aviso a la Policía y a Bomberos, que concurrieron al lugar y realizaron un despliegue importante. Se pudo determinar que era una falsa alarma y no se encontró ningún dispositivo", relató este viernes el fiscal Raúl Iglesias en la audiencia judicial que terminó con la condena del hombre y la imputación de una mujer.
Una semana después, el 24 de febrero, el hombre llamó del mismo celular al 911. Otra vez mintió asegurando que había una bomba en el establecimiento. "Se activó el protocolo, con la alarma pública que genera. Hay importantes perjuicios para el personal que trabaja en Casa de Galicia (sic) y en las personas que están internadas", añadió Iglesias. Nuevamente no se encontró ningún objeto explosivo.
El sábado 22 de marzo, finalmente, hizo "una llamada similar" desde el mismo celular: "Advirtió que había un explosivo en el Montevideo Shopping. También se activó el protocolo. Como es de conocimiento, con todo el despliegue que llevó, perjudicando no solo a propietarios, sino a trabajadores y clientes que disfrutaban de su día".
Al día siguiente, el domingo 23 de marzo, una mujer llamó a la Policía advirtiendo que "en el shopping de Punta Carretas había dos personas que ella describe con bastante detalle que tenían un bolso que, según ella, habían dicho que iban a poner una bomba".
"Esto no se pudo corroborar. Es una mentira flagrante, pero hizo activar todo un protocolo, para la seguridad y el bienestar de las persona que estaban allí", narró Iglesias.
Ninguno de los dos -ni el condenado ni la imputada- tienen antecedentes penales.
Aún se investigan otras amenazas, como la realizada al Portones Shopping, a los liceos de Malvín Norte y San Carlos y a las facultades de Derecho y Medicina de la Universidad de la República (UdelaR), además del correo electrónico con amenaza de masacre enviado a la UdelaR.