Lo que más llama la atención de los investigadores fue un hecho que ocurrió en enero de 2017: un joven fue asesinado de varios balazos.
Seis personas declararon ante la Justicia este viernes por delitos de usurpación y narcotráfico en el Complejo Quevedo, en la zona de Jardines del Hipódromo
En el lugar, entre otros hechos que la Policía trata de esclarecer, un joven fue asesinado y los propios integrantes del clan impidieron el ingreso de una ambulancia.
El Complejo Quevedo fue inaugurado a fines del 2015 con 181 familias que fueron realojadas de la zona del asentamiento Siete Manzanas, ubicado en el barrio Maroñas.
Prácticamente desde el inicio, el clan Figueroa, un grupo de personas integrantes de una misma familia, comenzó a ejercer dominio en el complejo, mediante amenazas e intimidaciones. En tanto, según la investigación llevada adelante por la fiscal Mónica Ferrero, junto con personal del Grupo de Respuesta Táctica, comenzaban a desarrollar negocios vinculados al narcotráfico y realizaron varias usurpaciones de apartamentos.
El clan Figueroa se fue haciendo de varias vivienda, tras amenazar a vecinos para que abandonaran sus casas, llevando a vivir al lugar a familiares, a quienes no se les había adjudicado la vivienda por parte de la Intendencia, propietaria del predio.
Paralelamente y sin autorización de la comuna, el clan construyó un muro, fortificando el complejo, dejando en el lugar una “guardia” que controlaba el acceso al lugar, junto con un sistema de video vigilancia.
Dentro del complejo, en uno de los apartamentos usurpados, la familia montó un almacén que según se desprende de la investigación, fue utilizada para blanquear el dinero del narcotráfico.
La familia se había apoderado de las llaves de los ductos, donde durante el allanamiento del pasado jueves, la Policía encontró una caja fuerte con drogas y unos 5.000 pesos en billetes de 20 y monedas. Ellos manejaban la entrada y salida a ese lugar común del complejo.
Pero lo que más llama la atención de los investigadores fue un hecho que ocurrió en enero de 2017 en el complejo cuando un joven fuera asesinado de varios balazos. Los guardias armados de la entrada al lugar no permitieron que entrara una ambulancia, aunque el joven fue traslado aún con vida por uno de los integrantes de la banda hacia la policlínica Malinas.
Este viernes, tres personas fueron condenadas con distintas penas. Una mujer debe entregar la vivienda y permanecerá ocho meses en régimen de libertad vigilada. A uno de los detenidos se le impuso la pena de visitar la seccional una vez por semana durante ocho meses y no podrá portar armas. U tercer condenado deberá cumplir seis meses de prisión y diez meses de libertad vigilada, todos por delitos de usurpación.
Otros tres detenidos fueron formalizados por delitos de narcotráfico, lavado de activos y tenencia de armas.