Según la investigación, uno de los fallecidos había atacado a balazos tiempo atrás el vehículo de un narcotraficante de la zona y la masacre fue una represalia.
La escena del cuádruple homicidio de Maracaná sigue siendo objeto de investigación por parte de detectives del departamento de Homicidios de la Policía y de Policía Científica, que continúan analizando pericias sobre la escena del crimen en la que se hallaron más de 120 casquillos. La fiscal del caso es Adriana Edelman.
Según indicaron fuentes del caso a Telemundo, los delincuentes utilizaron al menos ocho armas distintas para disparar contra la casa ubicada en el pasaje El Ombú y Calle de la Vía. Ocurrió el 30 de mayo sobre las 23:00.
En la vivienda había seis personas. Cuatro de ellas murieron acribillados a disparos: un hombre de 40 años, un joven de 18 años, un adolescente de 17 y un niño de 11 años. También resultó herido de gravedad otro adolescente de 17 años, hijo del hombre de 40 años. Una sexta persona que estaba en el lugar logró huir y aún no fue ubicada por la Policía.
Según los investigadores, entre seis o siete delincuentes participaron directamente de la masacre y habría otras dos personas involucradas. Todo apunta a que se contrató a sicarios para perpetrar el ataque.
Uno de los fallecidos, según se desprende de la investigación, había atacado a balazos tiempo atrás un vehículo propiedad de un narcotraficante de la zona y este decidió tomar represalias.
La Policía ya tiene identificadas a al menos tres de los partícipes del crimen.
