La historia de una familia cubana que viajó durante 14 días para que sus hijos que padecen hemofilia severa accedan al tratamiento en Uruguay

"Desde el primer momento nos medicaron como si fuéramos uno más de acá de Uruguay", contó la madre, Lucía González.

Una familia cubana llegó a Uruguay en octubre de 2022 buscando un tratamiento para sus hijos que padecen hemofilia severa. Lo decidieron tras conocer la historia de Jeremías Cotto, un niño de Sarandí del Yi cuyo caso sirvió para que los pacientes con esa enfermedad reciban tratamiento gratuito.

Jeremías padece hemofilia severa al igual que su hermano de 17 años. Viven en Sarandí del Yi, en Durazno. Tenía 12 años en abril del 2021, cuando escribió una carta que la Asociación de Hemofílicos publicó en redes sociales. Pedía que el Fondo Nacional de Recursos (FNR) financiara el Emicizumab, un nuevo medicamento para personas con esa enfermedad.

La noticia llegó al presidente de la República, Luis Lacalle Pou, que lo llamó por teléfono, y en noviembre de ese año lo recibió en la Torre Ejecutiva para anunciar que el FNR cubriría el costo del tratamiento para todos los pacientes con hemofilia tipo A.

En febrero del 2022, Jeremías comenzó el tratamiento, y afirma que su vida cambió. "Ya no me salen hematomas de la nada, no me sale más sangre de la nariz mientras duermo y puedo jugar fútbol, por ejemplo", contó en rueda de prensa.

Este lunes el presidente visitó Sarandí del Yi, ciudad en la que vive Jeremías y a la que llegó una familia cubana con dos niños que padecen la misma enfermedad: Alejandro de 6 años y Gemayel de 13. Conocieron la historia de Jeremías  por las redes sociales, y emprendieron una travesía de 14 días desde Cuba hacia Uruguay.

"El niño grande venía con una fractura en un tobillo. Tuvo que hacer todo el viaje en la espalda de su papá. Fue difícil pero valió la pena. El 1° de octubre salimos de nuestro país y llegamos acá, a Uruguay, el 14 de octubre", narró Lucía González, mamá de Alejandro y Gemayel.

La mujer aseguró que los dos niños reciben el tratamiento desde que llegaron al país "sin ningún documento, solo con la carta de refugio". "(Son) otros niños por completo", celebró.

A su vez, aseguró que todos los profesionales que los atendieron en el Hospital Pereira Rossell son "excelentes". "Desde el primer momento nos medicaron como si fuéramos uno más de acá de Uruguay. Increíbles todos, la verdad", concluyó.