Unas cien personas privadas de libertad disfrutaron de un show que para muchos representó conectarse con el mundo exterior y romper con su rutina.
La Tabaré, que está de festejo por sus 35 años, tocó en el ring del anfiteatro del polo industrial.
En este lugar la población carcelaria está en módulos semiabiertos, trabajan, estudian y hacen deporte.
El toque de la banda fue posible gracias a muchos actores, una de las empresas privadas que está instalada en el polo, que tiene además un supermercado y una fábrica de palets, el Centro de Estudiantes de Sicología, Dinali y el INR.
Para muchos de los privados de libertad fue la primera vez que vieron un show de una banda de rock.